«De tres jaulas que se venden, una se la lleva el Gobierno», cuenta y anticipa que va a poner en alquiler uno de los establecimientos porque «los números son muy finitos»
El humorista Miguel Torres Del Sel tiene una faceta poco conocida, la de productor ganadero. Comenzó a incursionar en el agro hace varios años, pero desde la llegada del Covid le dedica más tiempo.
“Me sirvió vincularme más con esta actividad para estar más tranquilo durante la pandemia. Porque tenía bastante miedo de contagiarme y hasta morirme, como le pasó a mucha gente. Al principio, en el campo tenían temor de que yo les lleve el virus porque viajaba desde la capital de Santa Fe, donde vivo. Nos hablábamos con el puestero a 5 metros y por ahí éramos 4 con un mate para cada uno. Si uno lo recuerda ahora, era hasta bastante graciosa la situación”, relató a TN Campo el ex integrante del histórico trío humorístico «Midachi».
Miguel Del Sel y el campo
Del Sel, que también incursionó en la política (fue diputado nacional, dos veces candidato a gobernador en Santa Fe y se desempeñó como embajador en Panamá durante la presidencia de Mauricio Macri), cuenta que compró tres establecimientos: “Hace casi 30 años compré El Cacique, donde hago exclusivamente ganadería al igual que en los otros dos».
Un actor clave en su inversión en el campo fue su primo, Luis Torres Del Sel, con quien es socio en la parte de producción: «Me aconsejó invertir en el sector. Él administraba un establecimiento de la tía de su esposa, y cuando me empezó a ir bien con Midachi me decía que tenía que comprar uno, porque él lo veía como una alcancía. Me remarcaba que nadie me lo iba a robar, que no me iba a arrepentir. Y así empecé».
Actualmente, Miguel del Sel posee tres campos en el norte santafesino. El preferido del humorista es ‘El Cacique’, ubicado en el pueblo Cacique Ariacaiquín del Departamento San Javier. Para llegar, viajaba unos 170 kilómetros. “Durante 30 y pico de años, cuando estaba más abocado a lo artístico, iba una o dos veces por año. Mientras que a partir de la pandemia empecé a ir casi todas las semanas”, aseguró en diálogo con Juan Ignacio Erreca de TN Campo. “De los 3 lugares, en El Cacique es donde hago base, porque tengo una casa para quedarme. Todos tienen montes. En ninguno he desmontado nada, son tierras blancas, para hacer ganadería sí o sí. En ‘El Cacique’ hay unas 20 hectáreas para agricultura, pero preferí alquilarlas, porque sembrarlas representa un costo y un riesgo que no lo quiero correr”, aseveró.
Los otros dos establecimientos, “La Florencia” y “La Micaela”, están ubicados a 50 y 70 kilómetros de “El Cacique”, también en San Javier: «El 1 a 1 me permitió comprarlos. Hoy me sería imposible, no los compraría con Midachi ni con nada. Hay tipos que tienen grandes cabañas y muchas extensiones, pero yo soy un productor de mediano a chico”, recordó.
“Midachi duró 37 años y todo lo que gané en ese tiempo lo fui invirtiendo en el campo. Eso me permitió que crezca, pero de lo contrario hoy no sé si lo tendría. Porque te lleva mucho tiempo y gastos entre las vacunas, los veterinarios, los impuestos, los empleados, y los alambres. Y de tres jaulas que se venden, una se la lleva el Gobierno. Los números son muy finos, algo que estoy comprobando ahora, en estos dos años de pandemia que no he podido actuar y vivo solamente de esto. De hecho, me voy a achicar, porque a ‘La Micaela’ la voy a poner en alquiler”.
En este sentido, agregó: “Si los los impuestos fueran un poco más suaves, uno por ahí podría comprar más maquinaria, arriesgarse a sembrar o incorporar un par de toros más. O arreglar los caminos, porque tengo 30 kilómetros de tierra para poder entrar a los campos, y cuando llueve tengo que esperar una semana o diez días hasta que seque. Todas esas son incomodidades que van en contra de lo que hace uno. Siempre se está peleando con un porcentaje muy chiquito (de ganancia) y la actividad debería tener una renta más importante para poder invertir más y dar más trabajo. Ahora también tuve que cambiar mi ritmo de vida, más allá de que no me quejo de nada, porque me recibí de profesor de educación física y la vida me ha dado mucho más de lo que pretendía”.
Sobre las limitaciones a las exportaciones de carne, analizó: “Esa medida le pega a los frigoríficos, porque no pueden exportar y entonces te tiran abajo el precio. Todas las vacas viejas, sin o con pocos dientes, bajaron en su valor. Son decisiones que van en contra de que uno invierta y arriesgue. Este país es el reino del revés”.
Asimismo, contó que le cuesta encontrar personal. “Falta gente para trabajar en el campo. La mayoría de los pibes se terminan yendo de los pueblos a las ciudades más grandes. Pero tratamos de seguir con nuestro grupito de gente. Tengo tres familias que trabajan, una en cada establecimiento, mi primo y yo. A veces se incorporan muchachos del pueblo, de Cacique, para ayudar en algunas cosas específicas, como por ejemplo vacunar a los animales”.
Del Sel comentó que «hay distintos problemas, desde los cuatreros que roban ganado hasta la mortandad de los animales. La mayoría de la gente por ahí cree que tenés 10 vacas y dan 10 terneros, pero después resulta que nacen 5 o 6. Hay que saber cuándo comprar y cuándo vender. La ganadería no es tan simple como se piensa cuando ven desde el auto a las vacas comiendo pasto en una pradera”.
Los establecimientos de los Del Sel cuentan con ejemplares de las razas Brangus y Braford: «Me divierto yendo a los remates, constantemente me invitan a los que se hacen en la zona, como en las localidades de San Justo y Reconquista. Voy con mi primo y el encargado, que son los que más saben. De a poco, me fui dando cuenta de los detalles que hacen al animal, como su caja, la circunferencia escrotal, el color, y la pigmentación”.
Actualmente, el humorista se recupera de una operación en su rodilla, lo que lo mantiene algo alejado del rubro artístico: «Acabo de grabar una canción para el grupo Niche de Colombia, que es un gusto que me di, y la estoy promocionando. Me están ofreciendo hacer una comedia en Villa Carlos Paz en el verano, conducir mi show y tengo una idea de para armar un espectáculo. Pero estoy dependiendo de mi rodilla, que la tengo inflamada y estoy rengo. Si no puedo moverme naturalmente, no puedo trabajar”.
Fuente https://news.agrofy.com.ar/