El cambio de posición ahora a favor de la aceptación del matrimonio gay y el aborto, por parte de los dirigentes de la Asociación Scout de la Argentina provocó su virtual escisión de la Iglesia Católica. Así se desprende de una carta del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, histórico miembro de la institución y antiguo capellán del scoutismo porteño, al arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, que se conoció ayer. Allí afirma que “como les advertí al consejo de la asociación hace unos meses (…), que no tiren de la soga porque está a punto de romperse, ahora considero que ya se rompió y no hay vuelta atrás”.
Las modificaciones al “Proyecto Educativo” de la institución fueron hechas durante su última asamblea nacional, en noviembre en un predio de Desarrollo Social, en Ezeiza. Y provocaron semanas después el repudio del arzobispo de La Plata, quien creó su propia Asociación Diocesana de Scouts Católicos (ADISCA), desprendida de la asociación. Así se lo comunicó en diciembre por carta a Poli, quien en su respuesta a Aguer –revelada ayer por la agencia AICA- coincide con la preocupación del arzobispo platense y le anticipa su propósito de impulsar a nivel nacional una federación de scouts cristianos, escindida de la asociación.
El movimiento scout surgió a comienzos del siglo XX en Gran Bretaña por iniciativa del coronel Baden-Powell con el propósito de evitar que los chicos caigan en la delincuencia. Caracterizado por su uniforme y pañuelol movimiento –que rápidamente se extendió por el mundo- fue asimilado por las grandes religiones. En la Argentina surge en 1912 la Asociación Boy Scout Argentinos. Y, en 1937, se suma la Unión Scouts Católicos Argentinos (USCA), fundada por el cardenal Copello.
Finalmente, en 1996 –y tras un debate en la Conferencia Episcopal- se fusionan ambas entidades, surgiendo la actual asociación Scout de Argentina, que cuenta con 75 mil miembros, en su enorme mayoría católicos (96%, calcula Poli), sobre todo de parroquias. Como parte de los acuerdos, la Iglesia crea una Comisión Pastoral Scout Católica para ocuparse de la asistencia de sus fieles. No obstante, Poli dice que con el paso del tiempo “la asociación cada vez más se mostró muy proclive a asimilar proyectos educativos del Estado (educación sexual, por ejemplo). Si bien nosotros seguimos con ‘el programa de educación en el amor’, sin embargo en los eventos comunes se filtró esa orientación”. “Esto –agrega- sumado al avance de la ideología de género, que muchos dirigentes, desde hace años vienen proponiendo modificaciones al proyecto educativo original, llegó a su punto máximo en la última Asamblea Nacional, cuando se votó modificar la definición de familia ‘formada por varón y mujer, por la de: ´formada por personas’”. Y redondea: “Para sustentar el cambio aparecieron claramente los principios y postulados de la ideología de género, hasta el mismo derecho al aborto… Hace rato que varios dirigentes insistían en actualizar el proyecto educativo con la nueva legislación vigente. Siempre que apareció la moción la rechazamos, hasta que entró por la ventana”.