Valeria,
como muchos otros argentinos, busca a su familia biológica. Su anhelo
es poder reencontrar a su madre de quien desconoce nombre y paradero.
Con un puñado de datos, que les pudo facilitar su madre adoptiva, se
propuso como cruzada hallar a quien la trajo al mundo.
Uno de los testimonios formales es la partida de nacimiento, que goza
de todos modos de algunos errores que alimentan la confusión y
confirman el delito de expropiación. Según el documento Valeria nació el
25 de marzo de 1982 en donde se supone estaba emplazado el sanatorio
Central de Avellaneda, calle 9 de Julio n° 241 o 141 (los números no son
claros). Esta institución, cierra pasados los años, por causas
políticas – militares y por tráfico ilegal de bebes.
El dato que añade el documento, emitido en la sección 1 de Avellaneda y firmado por Maria Bell Mosembero,
es que es hija de sus padres adoptivos, lo que da cuenta del delito.
Sin embrago, Valeria solo tiene gestos de agradecimientos con ellos. “Si
encontrara a mi madre, le diría que mis papas del corazón son lo mejor
de mi vida, me dieron toda la felicidad de este mundo y siempre me
quisieron y me quieren mucho, ellos también estarían felices por mí si
lograra” encontrarla.
El nacimiento lo certifica una obstetra, de nombre Magdalena A. Belén,
quien en la actualidad vive en Quilmes y aduce, según pudo saber
Valeria, padecer un trastorno que le afecta la memoria, por lo que no
“recuerda” haber trabajado en ese nosocomio.
El tercer dato con el que cuenta Valeria, quien hoy tiene 31 años de
edad, es el nombre de la partera, Isabel. Esta mujer fue quien contactó a
su madre adoptiva o del corazón de Valeria. Según su relato, la partera
tendría hoy alrededor de 73 años y en aquel momento, era la mujer de un
compañero de los padres adoptivos, que trabajaban en la Marina Mercante
Argentina.
Esta partera, se contacta con la madre adoptiva y le indica que hay
una beba recién nacida, cuya madre no la podía tener. “Mi madre
biológica tenía pocos medios para mantenerme según le cuentan a mi mama
(adoptiva) en el sanatorio y tenía problemas con su abuela, era
alcohólica, así que no podía quedarse conmigo, ya que vivían todos
juntos, abuela madre e hija”, indica Valeria.
Y agrega: “Mi mamá biológica no quería darme”, pero “además de todos
esos problemas el principal era su juventud, rondaría los 16-17 años”,
calcula la mujer.
“En mi corazón sé que ella también sufre y estoy segura de que su deseo al igual que el mío es poder conocerme”, señala.
Valeria cuenta que según supuestos de su mamá adoptiva, su joven
madre habría atendido su embarazo en un hospital cercano, donde podría
haber conocido a la partera Isabel, quien finalmente la llevó al
Sanatorio de Avellaneda. “Mi mama del corazón dice que sólo pagaron el
importe del parto, el cual fue bastante elevado”. Agrega que la partera
tenía en su domicilio un consultorio, donde sus padres fueron a
buscarla. “Una vez en sus brazos ya me llevaron a su casa, era un día
lluvioso,calles desiertas y justo coincidió con la guerra de Malvinas.
Ellos fueron a buscarme el 4 de abril, asique yo ya tenía casi 2 semanas
de vida. Me cuenta mi mama que mientras tanto estuve al cuidado de una
enfermera en su casa”, recuerda la joven.
“No tengo ninguna documentación donde figure el nombre de mi madre
biológica, el único medio por el cual puedo encontrarla es éste,
periódicos, radio” señala.
Sobre el final Valeria asegura no querer “dar problemas a nadie con
los nombres citados, no busco ninguna penalización, solo quiero ayuda,
sólo busco a mi madre biológica, necesito que alguien me diga su nombre
para poder encontrarla” y agrega “no me importa nada, ni como hicieron
las cosas ni por qué, solo quiero llegar hasta ella. Por favor ayúdenme,
cualquier pista es válida para mí”.
Valeria, lejos de buscar a quien reprocharle su destino, manifiesta
que si finalmente encuentra a su madre “no le cuestionaría nada.Las
cosas siempre tienen que tomar algún camino y el nuestro fue este”,
reflexiona y añade: “Sólo necesito buscar mi identidad, necesito ver su
cara, saber comoes, y como está, y como fueron para ella todos estos
años”.
Quienes puedas dar algún dato sobre el paradero de esta mujer que dio
a luz a una niña entre el 22 y el 25 de marzo de 1982 en el sanatorio
Central de Avellaneda, por favor comunicarse a [email protected].
“Conocer la identidad y el origen de una persona, son fundamentales
para tener una vida completamente feliz”, concluye Valeria.